Veo el certificado que me acredita como Desarrollador FullStack Javascript y pienso en todo lo que pasó en los últimos 13 meses en el ámbito de aprendizaje informático.

Tantas noches y horas azotándome la cabeza contra JavaScript o React, una función async, una promesa… o un ciclo Do While, la autentificación, el test, el deploy…

Tantas noches que miré mi reflejo en la pantalla negra del compu pensando:

-Qué chucha estoy haciendo, está wea es chino.

A esa frustración sumaba el miedo a que el fantasma de las matemáticas, arraigado en mi inconsciente desde que el barco de los números partiera en la básica, apareciera y me hiciera abandonar con esa vieja y conocida sensación:

“Eres negado pa’ las matemáticas…”.

Pero acá estamos, celebrando mi certificación del Bootcamp y mi paso a 4º grado en la academía Kahn, porque en los circuitos más antiguos de mi memoria había un cursor tintineando. Había también una secreta admiración por el mundo mágico de los números y una tenaz ilusión de ser parte de ese lado de la luna.

Así que este amor por la computación y las matemáticas, que hoy parece un romance nuevo y reluciente, es en realidad un amor viejo que me fue esquivo desde niño. 

Todas las veces que intenté convertirme en desarrollador en los distintos momentos de mi vida, aprendí algo. Algo de esa electricidad quedó en mi todos estos años y hoy vuelve y ejecuta el comando init.

Tengo tanto que agradecer en este momento, que escribí un post especial de agradecimientos.

También tengo mucho que decir sobre el Bootcamp, del curso, el método, lo que me gustó y no me gustó del Programa Desarrollador FullStack JavaScript Desafío Latam, que creo puede servir de información para  quien está sondeando embarcarse en una aventura académica de este tipo.

Es una mirada crítica y autocrítica, desde una sensibilidad humanista que se mete en este agujero de conejo llamado Desarrollo Web.

Por ahora respirar y celebrar este hito en mi vida profesional, porque como ser humano del tipo scanner, he aprendido a finalizar los proyectos que hay que finalizar, a reconocerme y quererme como un buen scanner.

Así que hoy celebro, agradezco y continuo mi viaje como Desarrollador Jr. dando mis primeros pasos como Dev Trainee. (Desarrollador en entrenamiento). Esto recién comienza y me gusta. Puedo estar horas codeando, comprendiendo las líneas, apreciando su “magia” e imaginando soluciones.

Estoy construyendo el puente para cruzar la rivera desde las humanidades a la ciencia informática. Ahora busco un deep learning volviendo a estudiar todo el programa del bootcamp de nuevo. Así de ñoño…

Ya no es chino, ya conocí la tecnología, ya le perdí el miedo… Ahora intento fluir con ella como en el surf.

El cursor de la línea de comando espera una nueva instrucción.

El diploma del Bootcamp Desafío Latam <3

PD: Los diplomas que me acreditan como Dev están a nombre de Alejandro Quiroz. Así  me autodenominé en el curso. Utilicé mi segundo nombre por dos razones:

1-Al inicio habíamos varios Rodrigo y cuando en las clases sincrónicas el profesor decía: “Rodrigo…”, saltábamos varios. Así que para evitar esas falsas llamadas, cambié mi nombre por el de Alejandro, mi segundo nombre.

2-Cambié mi nombre también como homenaje a mi padre Francisco Alejandro Quiroz Valdés, quien, paradójicamente, casi nunca utilizó su primer nombre, no sé por qué. 

En el Bootcamp me llamé Alejandro en su honor. Le hubiera gustado verme sufrir, avanzar, caer y aprender en medio del código. Este diploma es para ti papá.